El amor de la diáspora dominicana
Dominicanos en EEUU, Noticias
La diáspora dominicana es uno de los grupos étnicos más activo en todos los Estados Unidos, a pesar de la pandemia y de todas las calamidades a la que se ha tenido que enfrentar.
Es una comunidad de “joceadores”, como diría Enrique Benítez en la calle El Conde, allá en Santo Domingo. La resiliencia de los dominicanos es única en su comparación. Pocas comunidades han logrado sobrellevar el liderazgo comunitario en medio de las peores crisis, como la comunidad dominicana en Nueva York.
Miles de negocios de dominicanos tuvieron que cerrar sus puertas desde antes de la pandemia y aun mucho antes de la pandemia aparecer. Hay tantas anécdotas e historias que escuchar que las palabras no alcanzarían para describir todo lo que la comunidad ha tenido que atravesar durante estos dos últimos años. Si bien es cierto que mucho de nuestros negocios quebraron, muchos otros buscaron la forma de reinventarse nuevamente y lograr sacar nuevas ideas de negocios que le permitieron competir en el mercado de la Gran Manzana, y también en otras importantes ciudades en Estados Unidos.
A diferencia del inicio de la pandemia, la señora Belkys Contreras afirma que, aunque la cosa aún está mala, ya al menos puede tener comida en la nevera y pagar sus servicios básica, cosa que al principio de la pandemia no fue así. Muchas personas consideran que todo el que vivía en este país se benefició de todo el dinero que el gobierno distribuyó, pero no es ese el caso necesariamente, informó Contreras.
Los dominicanos se unieron en diferentes frentes, desde organizaciones comunitarias hasta grupo empresariales, para velar por el bien de los suyos, afirmó Ibrahim Jiménez, residente del sector de University Heights en el Bronx. Entre vecinos y colegas, muchos recaudaron dinero para mantener negocios emblemáticos de sus vecindarios abiertos, otros lograron hacer una combinación de comida rápida callejera y otros lograron sacar aplicaciones móviles que permitieron agilizar los procesos de compra de supermercado de los residentes de la diáspora.
Pero también hay que mencionar el poder político de la diáspora que resurgió con mayor fuerza durante la pandemia. El Alto Manhattan se convirtió en el centro de mando para la mayoría de estos nuevos candidatos y hubo importantes victorias electorales, sobre todo en el condado del Bronx. De igual forma pasó en Brooklyn, donde su presidente es de origen dominicano, convirtiéndose en el primer dominicano en asumir el cargo. Se estima que el Bronx tiene una población de aproximadamente 1.4 millones y que más de medio millón son dominicanos. De hecho, es el condado donde existen más representantes políticos dominicanos en toda la ciudad.
La diáspora dominicana, sin lugar a dudas, es el grupo responsable y héroe de haber mantenido la economía dominicana a flote durante lo peor de la pandemia. Las remesas que recibió el país fue lo que permitió que el colapso total no sucediera, como muchos habían pronosticado.
Una comunidad unidad y fortalecida es lo que ha dejado atrás lo peor del COVID-19 y, como dicen por ahí, “Yo estoy aquí, pero mi mente está allá, y aún guardo la esperanza de algún día regresar”.