Como todos los virus en el mundo, las variantes de COVID-19 no se detienen en ningún momento y para muestra de esto tenemos la aparición de la variante BA.2.86, que tiene la capacidad de mutar fácilmente y pasar por desapercibido de una manera muy rápida. Este descubrimiento fue hecho en una prueba de agua residuales de la ciudad de Nueva York y aunque hasta el momento no se ha confirmado en un humano, las autoridades sanitarias ya se encuentran en alerta.
Es importante mencionar que las personas vacunadas siguen estando protegida contra el feroz virus. De igual manera nunca se descarta efectos colaterales del mismo y, por esto, se recomienda a la población en general que obtenga su vacuna de refuerzo para evitar mayores contratiempos.
Seguimos atentos a los cambios que el virus sigue teniendo, pero ahora mismo no hay indicios de que represente un peligro serio para la ciudadanía en general afirman los expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos y la Organización Mundial de la salud.
Una de las recomendaciones más útiles que se le puede hacer a la población en general es mantenerse alerta de cualquier síntoma, y seguir utilizando las vacunas de refuerzos, en especial para aquellas personas mayores o adultos con problemas respiratorios. Los anticuerpos de la vacunación y la infección seguirán ofreciendo cierta protección, pero no garantiza que la persona no lo obtendría. Hasta el momento la ciudad de Nueva York no logra recuperarse del todo de la crisis del Coronavirus, pero sus autoridades están pendientes de cualquier novedad que pudiera haber en relación a la evolución del virus.