Una crisis sanitaria se aproxima en Nueva York recién empezando el año: el mayor gremio de enfermeras de la ciudad ha puesto en jaque al sistema de salud estatal al anunciar la posibilidad de que 12,000 enfermeras en siete hospitales entrarían en un paro laboral. Esto ocurriría después de que sus contratos expirarann el 31 de diciembre de 2021.
La fecha de convocatoria para el paro se ha pautado para el 9 de enero, y las enfermeras se encuentran presionando para que los hospitales aumenten sus salarios de acuerdo a los niveles inflacionarios que está viviendo la ciudad, se mantenga su seguro médico y se aumente la contratación de más profesionales de la salud.
Las enfermeras afirman que en algunos de los hospitales más ricos del mundo sus directores ejecutivos llegan alcanzar salarios de hasta 10 US$10 millones por año, y aún estos trabajan mediante realidad virtual, mientras ellas se arriesgan el día a día en los hospitales cobrando salarios que no van acorde al gran peso que llevan encima, aseguró Nancy Hagans, Presidente de la Asociación de Enfermeras del estado (NYSNA). Los representantes de los principales sindicatos estarán en conversación con el gremio de enfermeras esta semana para seguir abordando la negociación.
Sin embargo, en un momento en que la ciudad enfrenta la tripledemia de COVID-19, no es oportuno que las enfermeras vayan a hacer un paro general. Pero, tampoco es propicio que los altos ejecutivos de los distintos hospitales no consideren a su personal médico como los verdaderos héroes en la lucha contra el COVID-19.
Es imperativo que la ciudad logre encontrar una solución a este impasse y se le garantice a la población en general que puede confiar en su equipo de salud pública, y que en caso de ser necesario acudir a un hospital tendrán la seguridad de que habrá un personal médico dispuesto a atenderlos inmediatamente.