Héroes cotidianos en medio de la pandemia en Argentina

Sin duda la pandemia ha transformado nuestras vidas; y muchas veces de una forma positiva. Muchas personas no sólo están cuidando de sí mismas y de sus familiares, sino también de sus comunidades o de las comunidades aledañas, ayudando con simples gestos o hasta con grandes proyectos para brindar alimentos, medicamentos o instrumentos necesarios para la protección de los más vulnerables.

La red de Centros de Información de las Naciones Unidas (CINU), específicamente en Argentina, dio a conocer a algunos de estos personajes comunes y anónimos que han ayudado de forma desinteresada a las comunidades más afectadas del país, brindando protección, comida, refugios y muchas otras cosas.

Nuestro primer héroe es el señor Agustín, encargado de un edificio que cuida a sus vecinos, trabajando muchas horas para desinfectar los espacios comunes del inmueble y responder a las peticiones de los inquilinos, especialmente de aquellos que tienen mayor riesgo de contagio.

La señora Margarita, por su parte, es una pediatra inspirada por la amabilidad de sus vecinos: mientras otros trabajadores de la salud a veces enfrentan discriminación y amenazas, Margarita encontró una nota de los inquilinos ofreciéndole ayuda en lo que pudiera necesitar, lo que fue un gesto increíblemente hermoso en medio de esta terrible situación.

El señor Ariel, conductor de ambulancias, es otro héroe anónimo, que, a pesar del riesgo de contagio, al igual que muchos otros profesionales del área, sigue haciendo su trabajo en medio de la pandemia, animado por el carió y la hospitalidad de las familias de los pacientes a los que transporta.

Convidarte es una gran iniciativa de una pareja que comenzó a cocinar pequeñas raciones de alimentos para las personas vulnerables. Han pasado de 60 comidas al día a entregar hasta miles de raciones diarias; y hoy en día ha formado una red de 4,000 voluntarios que diariamente distribuyen 6,800 comidas caseras en 30 refugios.