Inflación destruye el gobierno de Joe Biden
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La creciente inflación ha reducido el poder de compra de los norteamericanos y esto ha empezado a pasarle factura al gobierno federal por parte de los residentes de los Estados Unidos. La popularidad del Presidente Joe Biden ha caído a niveles dramáticos. Tan dramáticos que es comparado con la baja popularidad que tuvo el Presidente Donald Trump. La inflación en Estados Unidos se disparó durante el 2021 al nivel más alto en cuatro décadas.
El aumento le pasó factura al consumidor en 7.5% al terminar diciembre en comparación con el registro anual del año pasado, informó el viernes el Departamento de Trabajo. La creciente inflación sigue derrumbando la confianza que los estadounidenses colocaron en el gobierno demócrata de Joe Biden- La mayoría de la población está preocupada ante la posible invasión rusa a Ucrania, y la posible intervención de los Estados Unidos en esa guerra. Además de los crecientes niveles de la inflación.
Mensualmente la inflación se ha mantenido creciendo en un promedio de 0.6%, y luego se registraron aumentos de 0.7% y 0.9%, entre septiembre y octubre.
La escasez de suministro ante una fuerte demanda ha hecho que el sistema financiero colapsara. El gobierno ha seguido la línea de los estímulos económicos pero la impresión desmedida de dinero orgánico ha creado un efecto peor al de la ayuda. Los economistas vaticinan que no hay señal de recuperación inmediata y que los salarios, aunque han aumentado, no ha contribuido a fortalecer el poder adquisitivo norteamericano, el cual se ha desplomado ante estos aumentos. Los puertos y almacenes del país siguen enfrentando una escasez laboral, lo que ha hecho que la crisis alimenticia y inflacionaria siga en aumento.
La Reserva Federal, encargada de mantener la inflación en su límite había ya anunciado nuevas medidas para contrarrestar el aumento de la inflación, y ahora se estima la posible alza de intereses en los préstamos bancarios. El Departamento de Trabajo también afirmó que las solicitudes de beneficio de desempleo disminuyeron en 16,000, en la semana que terminó el 5 de febrero.
La recuperación estadounidense parece depender de un hilo, y esto sin sumar una posible intervención militar en la crisis Ucrania-Rusia.