La desigualdad tecnológica ha incrementado en la pandemia
Noticias, Secuelas Sociales
En los últimos dos años muchas personas han afirmado que la pandemia del Coronavirus ha sido la mayor responsable de la transformación digital en educación y en la forma en la que vivimos. No obstante, pocas discusiones se han dado sobre cómo este proceso de digitalización ha hecho que se incremente la desigualdad social en términos digitales.
De acuerdo a informes como el Global Skill Report, la digitalización global en países desarrollados se ubica en aproximadamente un 90%, mientras que en los países en vías de desarrollo es de solo 47%. En aquellos menos desarrollados no alcanza el 20%.
Esto implica que los resultados en términos de desarrollo, competencia laboral, y macroeconomía sean desastrosos en los menos afortunados. A su vez las áreas rurales de estos tienen una brecha aún mayor cuando se compara con unos de estos países menos desarrollados.
Qué tan importante se ha vuelto la digitalización dependerá de la óptica con que se mire. Pero lo cierto es que la pandemia dejo a más de uno paralizado en sus programas de desarrollo social y plan educativo. Aproximadamente el 85% de los países en América Latina no tuvieron, ni tienen aún, un acceso efectivo a la educación digital. Sin embargo, ha habido un avance: la penetración digital alcanzo el 60% en América Latina y la población adulta es más tecnológica. Pero este porcentaje corresponde al gran número de equipos móviles como tablas y celulares que existen en los hogares latinoamericanos, lo cual no se traduce necesariamente a una capacidad técnica para el manejo de computadoras y programas avanzados.
Los gobiernos de la región han visto en el COVID-19 un descubrimiento que tuvieron delante de sus narices todo este tiempo, y es la necesidad de preparar a sus poblaciones en material de aplicaciones móviles, redes de computación, la famosa seguridad cibernética y todo aquello relacionado al ámbito de la ciencia.
En nuestro mundo actual, la mayoría de las transacciones están ocurriendo desde alguien sentado en pijamas, hasta alguien tomando él té en algún lugar con un hermoso paisaje por delante. Pero lo cierto es que sin importar en donde se esté ubicado, el saber manejar la nueva tecnología es la pieza clave que da paso a esto.
Estos datos nos están invitando a invertir más en nuestros conocimientos digitales, en apoyar de una manera más directa al sector educativo y la sociedad civil. No solo debemos enfocarnos en las palabras “transformación” y “cambio”. También debemos de aplicarlas mientras hablamos.
Justo en el momento en que lees este artículo, en el mundo hay más de 100 personas trabajando en nuevas tecnologías que impactarán nuestras vidas diarias. De aquí radica la importancia de conocer y educarnos mejor.