La Pandemia Mental

El Coronavirus ha transformado la salud mental de la población mundial. Los servicios de salud y su demanda se han disparados a un nivel sin precedentes, incluyendo la salud mental. En un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se puede constatar la urgente necesidad de financiar programas de salud mental a nivel global.

La OMS ha señalado que a diferencia de otros programas, los gobiernos del mundo no han hecho un mínimo esfuerzo en crear programas sociales que traten la salud mental de sus ciudadanos. El reporte indica que la mayoría de los países destinaban menos del 2% de sus presupuestos nacionales de salud a la salud mental.

La pandemia está provocando un incremento en la demanda de los servicios de salud en las áreas del duelo, el aislamiento, la pérdida de ingresos y varios otros factores.  La pandemia ha transformado el modo de pensar de muchos ciudadanos. A esto se le agrega el alto consumo de drogas y alcohol, los cuales se han disparado en medio de la pandemia. En el 83% de los casos, la población mundial está padeciendo de trastorno de ansiedad e insomnio. El estudio, que fue realizado entre junio y agosto de 2020, reunió 130 países.  El estudio también reveló los siguientes datos:

• Más del 60% de los países señalaron indicios perturbadores sobre los servicios de salud mental destinados a las ‎personas vulnerables, incluidos los niños y los adolescentes (72%); las personas mayores (70%); y las ‎mujeres que requieren servicios prenatales o postnatales (61%).‎
• El 67% observaba perturbaciones en los servicios de orientación psicológica y de psicoterapia; el 65% ‎en los servicios esenciales de reducción de riesgos; y el 45% en los tratamientos de mantenimiento ‎para los adictos a los opiáceos.‎
• Más de un tercio (35%) señaló perturbaciones en las intervenciones de emergencia, incluidas las ‎destinadas a personas afectadas por convulsiones prolongadas, síndromes de abstinencia severos ‎relacionados con el consumo de drogas y estados delirantes que con frecuencia son la señal de ‎graves trastornos médicos subyacentes.‎
• El 30% señaló perturbaciones en el acceso a los medicamentos destinados a tratar trastornos ‎mentales, neurológicos y derivados del consumo de drogas.‎
• Tres cuartas partes señalaron perturbaciones al menos parciales en los servicios de salud ‎mental de las escuelas y los lugares de trabajo (78% y 75%, respectivamente).‎

Numerosos países han adoptado la telemedicina como una estrategia para ayudar a sus ciudadanos a subsanar muchas de las perturbaciones    que se manejan con servicios  presenciales.  Sin embargo, se estima que menos de un 50% de estos se han podido realmente beneficiar de estos programas debido a sus ingresos.

La OMS indica que a pesar de que el 89% de los países señalaron que la salud mental y el apoyo psicosocial formaban parte de sus planes nacionales, solo el 17% de ellos disponían de fondos adicionales para dedicarlos específicamente a la salud mental.