La policía de Nueva York pide a los empleados que regresen a las oficinas en medio del caos
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La policía de Nueva York está exhortando a la población a regresar a las oficinas en la Gran Manzana, a pesar de la crisis criminal que en la actualidad azota la ciudad. Solo en lugares como Manhattan, el 8% de los empleados han regresado a la oficina los cinco días de la semana, muy por debajo del 60% que se registró el año pasado.
Regresar a las oficinas es uno de los retos principales que tiene el gobierno de Nueva York, en medio de la crisis del Coronavirus. La realidad es que mucha gente se acostumbró a trabajar desde casa, debido al ahorro y para evitar la violencia urbana. Mientras tanto, el crimen y la indigencia siguen liderando en las calles de Nueva York. Debido a que los empleados no quieren regresar a las oficinas, zonas como el centro del condado de Manhattan (Midtown) y el Distrito Financiero tienen miles de locales desocupados. Sobre todo, la industria alimenticia ha caído drásticamente.
Una de las últimas estrategias que se está llevando a cabo para revertir esto ha sido establecer en la opinión pública que el trabajo a distancia está perjudicando a las empresas que ofrecen servicios, y que dependen del flujo constante de personal. Pero, la realidad es que miles de residentes opinan que las autoridades locales no están haciendo lo suficiente para detener la oleada de ataques – de toda índole – que se están presentando en la ciudad de Nueva York.
La mayoría de las empresas han dejado de exigirles a sus empleados asistir a la oficina para evitar que estos les renuncien masivamente y se vayan a trabajar con la competencia, y los empresarios están conscientes de esto. A mediados de 2021 la proyección fue mucho mayor. Se estimaba que el 60% iba a regresar a las oficinas, pero esto no sucedió.
Una de las razones más fuertes y contundentes que los empleados tienen es el tema de la seguridad en toda la ciudad. Por citar un ejemplo, el domingo pasado, a plena luz del día, un empleado hispano de Goldman Sachs fue baleado en el tren y murió al instante. Otra persona fue atacada con un martillo para robarle saliendo de su trabajo. Estos tipos de casos hace que los empleados se nieguen asistir a las oficinas, cuando hay aproximadamente 11 millones de vacantes de empleos en la ciudad de Nueva York.