El dilema de los primeros reinfectados por Covid-19 en Estados Unidos
Desarrollo de la Pandemia, Efectos Económicos, Noticias
Estados Unidos ha detectado los primeros casos de reinfección de coronavirus. Hasta el momento los profesionales en el área no se habían preocupado por estas reinfecciones porque la mayoría de ellas fueron leves (comparadas con la primera infección), lo que indicaba que el sistema inmunológico estuvo activo luchando contra el virus.
El portal de noticias Infobae, en un artículo relacionado con el tema, argumenta que la infección por el virus crea una respuesta inmunitaria detectable, pero no se comprende bien la susceptibilidad a la reinfección de las personas previamente infectadas; es decir, aún no se ha dilucidado el grado en el que la respuesta inmune indique una inmunidad protectora a la infección posterior. Varios estudios apuntan a que la pérdida de inmunidad puede ocurrir entre 1 y 3 años después de la recuperación.
Un estudio publicado en The Lancet sobre un paciente masculino de 25 años residente en el condado de Washoe, el cual presentó una reinfección, señala que los mecanismos que podrían explicar una infección secundaria más grave solo se pueden especular. En primer lugar, una dosis muy alta del virus podría haber llevado a la segunda instancia de infección e inducido una enfermedad más grave.
En segundo lugar, es posible que la reinfección fuera causada por una versión del virus más virulenta o más intensa en el contexto de este paciente. Además, la causa podría ser un mecanismo de potenciación dependiente de anticuerpos. Este mecanismo se ha visto previamente en el beta coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo severo, según explicaba el profesional líder de este estudio publicado en The Lancet, Richard L. Tillett.
Entre las posibilidades que analizan los expertos en la materia se contempla la idea de que el virus se quedó adormecido en algunos organismos durante algunas semanas y luego se activó nuevamente, aunque muchos desestiman esta probabilidad porque dicen que significaría que el virus está cambiando a un ritmo mucho más rápido de lo que se ha visto hasta ahora.
En este contexto, los científicos están caminando aún por senderos desconocidos, por lo que ya varias instituciones han puesto en marcha las investigaciones para encontrarle una respuesta a los nuevos brotes de reinfección del virus. Esto podría complicar los esfuerzos para alcanzar un nivel de inmunidad comunitaria, esperando que las posibles vacunas se ajusten y que quizás las personas tengan que necesitar refuerzos regulares para mantener su protección, similar a lo que se experimenta anualmente con la vacuna para la gripe.