“Necesitamos dinero para pagar nuestros alquileres”: El reclamo de cientos de familias hispanas
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Muchos han llorado con súplica y han pedido a la divinidad que los ayude a pagar el alquiler de sus apartamentos, y es que muchas personas en la Gran Manzana, la cual es considerada la tercera ciudad más cara del planeta, no tienen lo necesario para sobrevivir, como lo es el derecho a una vivienda asequible y digna.
El programa de asistencia conocido como ERAP cerró sus solicitudes en Nueva York, dejando aproximadamente a 113,000 personas sin respuesta alguna. Aunque el estado defiende que ha agilizado la designación de nuevos fondos, muchos consideran que esta iniciativa debería de contar con más recursos financieros por parte del gobierno estatal. Hasta ahora, el estado ha recibido US$2,700 millones, que fue el monto que se le asignó a este programa y que ha resultado insuficiente para cubrir ni siquiera la mitad de las necesidades que hoy confrontan muchas personas en la ciudad, explicó Juan Ventura García, residente en Washington Heights.
Nueva York, al igual que otras grandes urbes en los Estados Unidos, enfrenta una profunda crisis de vivienda, salud, empleos y muchos otros sectores claves para los grupos minoritarios. Sin duda alguna el sector de la vivienda es el más perjudicado, seguido por el alto costo de los alimentos.
En condados como el Bronx y Brooklyn, más de un 49% de las personas que perdieron sus empleos a causa de la pandemia no han logrado recuperarse y volver al mercado laboral. En algunos casos no son incluidos en las estadísticas, ya que estos trabajan en empleos parciales que les permite cobrar menos de 24 horas a la semana, y muchas veces por un sueldo mínimo.
Pero no se trata de que estas personas tienen sus problemas resueltos o están fuera del umbral del desempleo. La matemática es muy compleja para calcular quienes realmente se encuentran desempleado o reciben algún tipo de ayuda.
Lo que sí no es complejo es la crisis de vivienda en toda la ciudad.. Muchos residentes dicen que la construcción de viviendas nuevas, de cinco y seis pisos, no tiene sentido en la ciudad de los rascacielos. Y argumentan que si el gobierno realmente quisiera hacer más por el pobre de la ciudad, construyera estructuras de al menos 30 pisos, considerando que hay poco terreno en donde construir.
Para aproximadamente 278,000 personas que han participado en este programa desde que se inició, tanto la solicitud como recibir una respuesta se convirtió en una auténtica odisea. Pero, para muchos otros como las aproximadamente 113,000 personas que aún siguen sin recibir respuestas y el programa ya ha cerrado, no tienen idea de cómo pagaran US$22 o US$28 mil en alquileres atrasados.
Muchas de estas familias deben hasta 12 meses de alquiler, y la razón por la cual no han sido desalojados es porque la ley estatal lo prohíbe. Pero, la deuda sigue ahí y aun sean desalojados es una deuda que estará en su récord y en los buróss de crédito.
Por ende, la ciudad de Nueva York y sus residentes exigen una ayuda más contundente tanto por parte del gobierno federal como del estatal en relación con este sector tan vulnerable de la sociedad.
Es importante destacar que solo se cuentan aquellos que se inscribieron en el programa, pero las autoridades han dicho que el número de personas necesitadas con problemas de alquiler atrasado podría superar por encima del millón de habitantes en la Gran Manzana.