En los últimos años, Ozempic, un medicamento originalmente desarrollado para tratar la Diabetes Tipo 2, ha ganado popularidad en Estados Unidos como una herramienta para la pérdida de peso. Aunque su propósito principal es ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre, su componente activo, semaglutida, ha demostrado efectos secundarios que disminuyen el apetito y promueven la pérdida de peso. Esto ha generado una alta demanda de la medicación, impulsada en gran parte por redes sociales y figuras públicas que han compartido sus experiencias y resultados.
¿Cómo funciona Ozempic?
Ozempic es un agonista del receptor GLP-1 (glucagon-like peptide-1), una hormona que estimula la producción de insulina, ayuda a regular el azúcar en sangre y, además, envía señales al cerebro que aumentan la sensación de saciedad. Esto significa que, además de ayudar a controlar la diabetes, puede reducir significativamente el hambre, lo que facilita la pérdida de peso en pacientes que también buscan mejorar su salud metabólica.
El uso de Ozempic como ayuda para bajar de peso
Aunque no está oficialmente aprobado como un tratamiento para la pérdida de peso (para este fin, la Administración Federal de Drogas (FDA, por sus siglas en inglés, aprobó otro medicamento similar llamado Wegovy).
Muchas personas en Estados Unidos han comenzado a usar Ozempic fuera de su indicación original. La alta demanda ha generado incluso escasez, lo que ha afectado a pacientes diabéticos que dependen del medicamento. Esta situación ha llevado a debates éticos y médicos sobre el uso de Ozempic para propósitos no aprobados y sus posibles efectos secundarios, como náuseas, vómitos y fatiga.
Popularidad y controversia
Las redes sociales, especialmente plataformas como TikTok, han contribuido en gran medida a la popularidad de Ozempic. Los “Influencers” y celebridades han compartido sus experiencias, promoviendo sus efectos para adelgazar. Sin embargo, la polémica está en aumento: la preocupación por el acceso limitado para pacientes diabéticos, los efectos secundarios y el costo elevado del medicamento (que sin seguro puede superar los US$900 al mes) han generado un debate sobre el uso adecuado y ético de Ozempic en Estados Unidos.
En conclusión, mientras Ozempic ha demostrado ser un aliado para muchos en su lucha contra el sobrepeso, su uso masivo plantea interrogantes importantes sobre el acceso a medicamentos y la priorización de quienes realmente los necesitan para su salud.