Situación laboral y económica durante la pandemia de la COVID-19 de los dominicanos residentes en Europa
Dominicanos en Europa
Por Yuly Arroyo
El mundo vive actualmente una situación de salud y económica nunca imaginada en estos tiempos de avances tecnológicos y médicos. El siglo XXI, uno de los más prósperos para la mayoría de los países desarrollados y en desarrollo en todos los aspectos, contará en su historia con un episodio de salud que puso al mundo en jaque tanto en materia de salud, como económica.
Ningún continente se ha escapado de los nefastos estragos de la COVID-19. América, Asia, Europa y África, de los más afectados. Europa de los que más, actualmente presenta unas estadísticas otra vez en aumento en lo que denominan la cuarta ola, cifras que vuelven a dar miedo a la población que todavía no se repone de los anteriores embistes de la pandemia, lo que deja entrever un cierto descontrol del virus un año después. Varios países de Europa han tomado medidas restrictivas cada vez más fuertes, afectando principalmente la movilidad de las personas y el funcionamiento de ciertos sectores económicos en los que laboran miles de personas, entre ellas, dominicanos, nos referimos al sector de la hostelería y restauración.
En España, por ejemplo, cientos de hoteles del centro del país y de la costa, siguen cerrados un año después del inicio de la pandemia, otros negocios del sector como restaurantes y bares también siguen con las puertas cerradas los que lo han hecho, no han tenido una regularidad esperada, porque cada vez que aumentan la incidencia de contagios, estos vuelven a cerrar y sus trabajadores a casa, con la ayuda que ofrece el estado español que es un porcentaje de lo que cotiza el trabajador, cifra que resulta insuficiente para cubrir los gastos primordiales de una familia.
En España, de los países de Europa es el que mayor número de dominicanos en su territorio, ha vuelto a establecer nuevas medidas restrictivas por el aumento de los contagios. Por los que el colectivo caribeño que ya venía padeciendo las negativas consecuencias económicas de la pandemia desde marzo, ahora su situación se ve empeorar.
En la nación ibérica viven unos 73.623 dominicanos, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de enero de 2020. Datos del año 2019 indican que en Italia viven unos 46.127 dominicanos; en Francia 3,843; Alemania 10.255; Reino Unidos 1,340 y en Bélgica unos 3,000 dominicanos. Muchos de los cuales están viviendo actualmente una difícil situación laboral y económico producto de las secuelas que va dejando la pandemia en las economías de los países afectados.
En crisis como nunca
Preocupados por la situación que observan entre sus compatriotas del entorno, un grupo de dominicanos profesionales, trabajadores, presidentes de asociaciones y colectivos de jóvenes, manifiestan su inquietud al ver la acuciante situación que acorrala a los criollos como nunca se había visto.
Norberto Azor, empresario artístico y trabajador por muchos años con comunidades de jóvenes dominicanos en Madrid, expresa su pesar por la situación que observa alrededor de los criollos y afirma que es verdaderamente desastrosa, ya que el sector en que laboran la mayoría de los dominicanos en Madrid, la hostelería y restauración, es de los más afectados y de los cuales tiene a una gran parte de sus trabajadores en ERTE o en Paro (sin trabajo).
“Estar en ERTE ahora mismo no es una seguridad para que cobre dicha ayuda, por lo que se agudiza mucho más la crisis económica de las personas que están en este sistema”, afirma Azor.
Expresa que la situación actual del colectivo criollo en España y en Europa es complicada y preocupante, ya que, aunque el gobierno español y las autonomías intenten ayudar a las familias en riesgo y vulnerables, estas ayudas no llegan a tiempo a todo el que la necesita.
Actualmente se está dando una situación que no se daba con mucha frecuencia y es ver a dominicanos en las filas de instituciones como Caritas y Cruz Rojas, esperando para conseguir alimentos. Este colectivo por lo general es gente muy trabajadora, y en situación normal se les ve vivir bien, compartir en bares y restaurantes, disfrutar de las actividades de ocio, cultura y festiva del país donde viven, tienen su trabajo, coche, envían dinero de manera regular a sus familiares en República Dominicana, pero ahora mismo, la situación ha cambiado completamente después de la llegada de la Pandemia.
Norberto Azor, un trabajador incansable con la actividad artística y cultural de los dominicanos en Madrid, solicita a las autoridades dominicanas que tomen medidas encaminadas a aplicarse desde las embajadas y consulados dominicanos en los países de Europa, con el objetivo de ayudar, encausar y orientar a los dominicanos en la difícil situación por la que están atravesando.
Pura Felicia Martínez y Milagros Rodríguez, en representación de la Asociación de Dominicanos en Segovia, indican que, aunque a ellas directamente todavía no les ha afectado la situación laboral, dicen saber de varios compatriotas que actualmente han visto reducir sus ingresos económicos. Lamentan que la situación no tenga una posible solución a corto plazo, ya que todo dependerá de la evolución del virus y por lo mismo, apelan a la responsabilidad de los ciudadanos a reducir su movilidad para que esto conlleve una reducción de la curva de contagio y así se mejore la situación laboral y económica del colectivo en España.
Señalan que la mayoría de las mujeres dominicanas en Segovia, trabajan en el cuidado de personas mayores, niños y el servicio doméstico y en la hostelería, pero como todo es una cadena, si la gente ve reducida su jornada laboral o realizan el teletrabajo, entonces ellas se ven sin trabajo o el mismo reducido a la mitad, lo que a la mitad también se reducen sus ingresos económicos, situación que antes de la pandemia no se presentaba.
Ambas, trabajadoras y colaboradoras activas con el colectivo dominicano en Segovia, exhortan a sus compatriotas a no decaer y seguir adelante y, contribuir en la medida de lo posible, a que la situación remita lo que ayudará a todos a superar la crisis de salud y económica que está viviendo el país.
Iris Carela Romano dominicana que lleva más de 15 años en Italia dice que nunca había visto una situación laboral tan inestable como la que se está viviendo actualmente allí.
Las últimas medidas que ha puesto en marcha el gobierno italiano son el cierre del interior de los negocios de hostelería y restauración, también reduce la jornada laboral en los negocios no esenciales, decretando su cierre a las 6 de la tarde, además varias ciudades principales permanecen cerradas perimetralmente, lo que limita al máximo la movilidad y el turismo, principal fuente de ingreso del país.
La joven dominicana que actualmente tiene la mitad de su jornada laboral, antes completa, dice que la economía de todo el país está muy afectada y eso se nota en la calle y en el sentir de los dominicanos con los que a veces comenta la situación. También se están reduciendo las horas de trabajo, y con ello los ingresos a los hogares, no solo de los dominicanos, sino también de los propios italianos.
Una dominicana residente en Alemania y quien no quiso dar su nombre, dice que, cuando llegó al país europeo, hace más de 7 años, tenía dos trabajos muy bien remunerados y que, además, recibía ayuda del gobierno alemán para el cuidado de su hijo en una guardería local. “Actualmente, producto del confinamiento y posteriores restricciones de horarios y movilidad, me he quedado con un trabajo al 50% de horas, y he visto reducir mis ingresos mucho más de la mitad. Espero que la situación mejore, si no tendré que volver a España junto a mi madre o en todo caso, a mi país”, expresa con mucho pesar.
Felicia Rodríguez, en nombre del colectivo de dominicanos en la comunidad autónoma de Cantabria, dice que, aunque es notable el cambio laboral y económico que están viviendo muchos dominicanos en su comunidad y en el País Vasco, comunidad vecina, insta a los criollos y a todos en general, a sobrellevar de una manera inteligente la acuciante situación. Señaló que una ventaja de los dominicanos residentes en España es que todos están en situación legal y que poseen documentos españoles, lo que le posiciona en un buen lugar a la hora de buscar trabajo cuando todo esto pase. “La comunidad dominicana tiene muy buena reputación laboralmente hablando y cuando todo esto remita, no costará conseguir trabajo”, añade.
Exhorta a los jóvenes dominicanos a tomar en cuenta la dificultad de la situación actual, para prepararse mucho más para el futuro laboral que será bastante amplio, aunque ahora mismo sea incierto.
Para la expresidenta de la Asociación de Dominicanos en Albacete, comunidad de Castilla La Mancha, Rosa Fermína Reyes, quien ha vivido muy de cerca la difícil situación laboral y económica de los dominicanos tras la pandemia, dice sentirse muy apenada al ver como muchos compatriotas han visto reducir sus ingresos al mínimo, situación que dice, en más de 30 años que lleva viviendo en la comunidad castellana, manchega, nunca había visto algo igual.
Al igual que en la mayoría de las comunidades españolas, los criollos que viven en Albacete trabajan en el área de la hostelería y restauración, por lo que, con el cierre de fronteras, limitación de movilidad y ahora, toque de queda, todo ese sector está aún peor de lo que ya estaba en junio al término del primer estado de alarma.
Como trabajadora por muchos años con el colectivo dominicano, y en colaboración con la presidencia actual de la Asociación que dirigió por muchos años, Fermina Reyes dijo que la asociación tiene preparado alimento para ser entregados a unas 20 familias de escasos recursos, entre ellas, familias dominicanas que ahora se han visto en la necesidad de solicitar ayuda para alimentarse, situación nunca dada entre el colectivo dominicano.
Estos alimentos son aportados por Caritas Española, Cruz Roja Española y los diferentes Bancos de alimentos que están distribuidos por todo el país.
Agustina Matos, presidenta de la Asociación de Madres Dominicanas de Móstoles, en Madrid expresa que ella como cabeza de la agrupación fungía de portavoz para las instituciones que querían conseguir personas para trabajar y que fue, por mucho tiempo, la vía de conexión para que muchos dominicanos, a través de la asociación, consiguieran trabajo, Actualmente, señala, es todo lo contrario, ahora le llaman cientos de compañeros diariamente para preguntarle si tiene algún trabajo.
En Francia, la situación laboral de los dominicanos es parecida a los países del resto de Europa. Hasta que la vacuna empiece a surtir efecto, la situación no comenzará a remitir, lo que cuesta esperar con paciencia y empezar de nuevo.
Todos los preguntados al respecto, esperan alguna actuación de las autoridades dominicanas que nos representan en las embajadas y consulados en Europa, que, hasta el momento, ninguno se ha manifestado al respecto y mucho menos se han interesado en saber, de forma directa, la situación de los ciudadanos a los cuales representan.
Yuly Arroyo, Periodista radicada en Madrid, España