Sobreviviendo a la crisis psicológica provocada por la pandemia: Familia y Bienestar
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Para nadie es un secreto que el año 2020 pareciera una historia salida de una película de terror de Hollywood. Ha sido uno de los periodos más traumáticos para toda la humanidad, en todos los ámbitos posibles. De ahí surgieron cambios drásticos entre la interacción de los padres con sus hijos, y la forma en la que la economía empezó a cambiar.
En momentos en que los trabajos escasean y la crisis económica se convierte en el plato de cada día, surge el teletrabajo. Este vino a cambiar la rutina para muchos hogares, pero con estos cambios también sucedió una dinámica distinta que cambió, y es la manera en la que nos comunicamos con nuestros hijos. El reto de convertirnos en mejores padres aumentó y esa extraña combinación entre infancia y adolescencia se nos ligó con el encierro del COVID-19 y atacó fuertemente el desarrollo de la personalidad de nuestros hijos.
UNICEF publicó recientemente una guía práctica para padres y la forma en la que estos pueden ir trabajando con sus hijos para lograr un mayor desarrollo en los infantes. Aquí compartimos algunos puntos que aparecen en la guía:
- Compartir las responsabilidades del hogar e involucrarse en los juegos de los niños es algo clave para las personas de hoy . A medida que las mujeres o madres van incorporándose al mundo laboral, los hombres también deben de asumir un rol de contribuir en la casa con los que haceres familiares también, permitiéndole al niño sentirse parte del equipo y también colaborar con alguna de las tareas del hogar. El repartirse las responsabilidades del hogar, no tan solo crea responsabilidad en el niño, también refuerza sus habilidades cognitivas de aprendizaje.
- Pasar tiempo con los hijos es algo clave en una vida llena de responsabilidades, porque los hijos cada vez más necesitan de guías de apoyo en un mundo complejo como el que nos encontramos. Por esto es importante entender que hay que sacar tiempo para nuestros hijos. Esto nos permitirá lograr crear un vínculo fuerte con nuestros hijos. El brindar tiempo de calidad es una inversión a largo plazo, dado que estos niños se convertirán en el resultado de todo lo que le hemos enseñado.
Es necesario reinventarse cada día a favor de nuestros hijos para superar las incertidumbres con las que nos enfrentamos hoy como padres.